LA LEY QUE COMPRÓ TELEVISA SE FUE A LA BASURA

Hace más de un año se promulgó una ley con nombre propio además de tener solamente un beneficiario principal el primero y con la mayor tajada del pastel, Televisa de Emilio Azcárraga Jean, el cual maneja cuatro señales de tv abierta (2,4,5,9) y muchas de cable promocionadas por televisa directa o indirectamente, y otras empresas más, relacionadas a este grupo monopólico. Esta ley milagrosa tiene que ser reportada al Vaticano para pedir la beatificación de Emilio Azcárraga Jean pues logró el milagro de que esta ley se aprobara en siete minutos, ¡¡¡Sí, siete minutos!!!, sin debate y sin un solo voto en contra, 327 diputados milagrosamente se pusieron de acuerdo en el mismo tema y en sesión plenaria de la Cámara Baja del 1 de diciembre de 2005 sucedió el milagro legislativo (cuánto habrá engrosado las cuentas bancarias de estos legisladores, o quizás solo la mordida la llevaron los líderes del partido ya que los demás son únicamente borregos). Después de eso fue a la cámara alta para su aprobación, ahí no hubo milagros solamente acomodos políticos, pues al parecer el PAN ya tenía arreglada con Azcárraga la aprobación de antemano, ya se acercaba la temporada de elecciones y se necesitaba el apoyo de Televisa para su candidato Felipe Calderón. La ley llegó a manos de Vicente Fox, éste no se molestó en cuestionar ninguna parte de esta ley y la firmó alegremente, para qué leerla si ya su bancada lo había hecho, no pasó mucho hasta que el Ministerio de Comunicaciones reporta a Fox que la ley que firmó violaba la Constitución, los derechos civiles, las leyes antimonopolios, y solo faltaba que esta ley violara el derecho de ir al baño, esta ley era el regalo del PAN de todos los derechos de las telecomunicaciones en México (televisión, cable, comunicación celular, internet) todo regalado en bandeja de plata a Televisa, ellos podían con esta ley tomar posesión de todos los servicios y explotarlos comercialmente sin licitación ni concursos públicos, es decir ellos como dueños totales de las comunicaciones en México no tendrían competencia alguna y para que el regalo fuese completo, la ley permitía la asignación de nuevas concesiones de radio y televisión abiertas mediante subastas y por plazos fijos de 20 años, es decir, que el que tiene más dinero gana, en este caso nadie puede con la bolsa millonaria de Televisa. Medios de comunicación y especialistas advirtieron de los riesgos de la nueva ley, y 47 senadores presentaron en mayo de 2006 un recurso de inconstitucionalidad. todo esto ha seguido el curso que debía y parece que se le acabaron los milagros a Emilio Azcárraga, pues la decisión de la Corte Suprema de declarar inconstitucionales cuatro de los artículos más controvertidos ha tirado al bote de la basura esta ley, pues lo que le interesaba de estas leyes aprobadas al grupo Televisa eran los cuatro artículos, lo demás de este paquete era puramente "relleno", así que tal como quedó la ley por la decisión tomada por la Corte, no ha quedado más que huesos y pellejo para el plato de Televisa, por fin algo con justicia sucede en nuestro país.